-6-5-4-3-2-1….¡¡Cero!!…-.La voz profunda del árbitro se remarcó en forma de eco en el cuadrilátero, -la campana indica el triunfo del campeón que levanta los brazos al cielo plantando las semillas de su roble en los jardines de Dios, -la prensa saca testimonios inmortales que quedan archivados para siempre en la memoria ganadora de una sociedad; mientras que por otro lado los flashes incandescentes y fotográficos fusilan con sus brillos al retador. – En el largo pasillo hacia lo paralelo de un destino las figuras que se arman de acuerdo a un momento configuran antecedentes y rescatan los resquicios de una caída para poetizar versos y metáforas de una derrota en una sola imagen. –El viejo entrenador camina adelante con sus brazos cruzados en su espalda, -el perdedor lo sigue mientras el viejo se fusiona en el claro oscuro estroboscópico, -el retador deja de mirar al horizonte y se apoya en la parafernalia de la algarabía y pierde de vista a su entrenador……-Entre conciencia e inconsciencia los rostros cadavéricos rompen su margen de realidad a lo mismo que el campeón rompió su guardia y en cámara lenta el perdedor cae nuevamente ante los ojos de una multitud hostil...-El número cero es aliado de sus pesadillas pero en el fondo se parece al saco que debe golpear para empezar de nuevo. –¡¡Arriba la guardia!!... -¡¡rodillas dobladas!! -¡¡ caderas en una sola línea…-!!Mira al frente y vuelve a mirar perpendicularmente!! -dice el viejo….-Eres mi conciencia dice el practicante y remolinos inciertos crean una nueva historia.
Pher Nan Do.