El muchacho se encuentra solo en la noche oscura y casi eterna, de la ciudad más brutal y mortal que cualquier ser humano se podría imaginar.
Camina solo por una calle no muy definida, ya que la nevada caída días atrás había tapado sus límites. El muchacho se encontraba muy solo, no tenía miedo ya que la soledad era parte de él y lo hacía cada vez más fuerte.
Él no le temía a la muerte, es más pareciera que convivía con ella, esperándola como su mejor amiga. Su físico desnutrido, su tez pálida casi blanca, parecida a la nieve, sus ropas largas y oscuras con capucha, lo asemejaban a la parca.
Sus ojos negro azabache brillaban en la noche, cual dos estrellas en el firmamento.
Una enfermedad muy grave había exterminado a casi la totalidad de la población de la ciudad antes mencionada, solo unos pocos pudieron sobrevivir, los cuales están siendo asesinados por razones que nadie puede explicarse. Nadie se atreve a salir a altas horas de la noche, ya que es en ese momento en el cual han encontrado a los cuerpos ultimados.
Esa noche, una muchacha sale de su casa para localizar a su hermana menor, que no había regresado a su hogar. Comienza a caminar a paso firme hacia el lugar donde había visto por última vez a su pequeña hermana, no localizando a la niña en el lugar. Posterior a la tristeza de no encontrarla, nota que alguien comenzó a seguirla, ella trata de alejarse pero siente que quien la sigue se acercaba cada vez más, no puede percibir quien ni como es, pero siente su aliento y su respiración, al detener su marcha pareciera poder escuchar los latidos de su propio corazón, los cuales se aceleran cada vez más.
En determinado momento, alguien posa su mano firmemente sobre su hombro, su corazón late cada vez más rápido, se acelera tanto que no se puede diferenciar un latido del otro, ella quisiera gritar pero no puede o no debe, siente que el destino de su vida es muy oscuro, no quiere voltear para ver quien la retiene pero debe hacerlo, imagina que su fin está muy cerca.
Así que la muchacha poco a poco comienza a girar su cabeza, sus ojos se abren cada vez más, hasta divisar una figura oscura, no pudiendo avistar el rostro de quien la tomo, lo que si escucha es una voz muy suave, casi un susurro que le dice: “-tu fin está muy cerca-”…“-no podrás escapar de él-”.
El que la detiene era el muchacho, quien al ver el rostro de la joven suelta repentinamente su hombro, abre sus ojos y exclama: “-no puede ser-”…“-no debe ser así-”.
La muchacha era muy bella, cabellos lacios rubios, con ojos grises, casi blancos y tez clara, pero eso no es lo que más impacta al joven, sino que la muchacha era su hermana mayor, la cual había fallecido muchos años atrás y había sido encontrada abrazada junto a su hermana menor. El joven retrocede y La muchacha se acerca hacia él casi flotando, siente que no puede escapar de ella y que ese corazón que tanto latía no era de la joven sino su propio corazón, el fantasma de la joven extiende la mano hacia el muchacho, quien quiere escapar pero no puede y se da cuenta en ese momento del error que había cometido. Ciertamente el final había llegado, pero para el muchacho y paradójicamente de la mamo de quien él más había amado, su querida hermana.