Luis Miguel Rivas es el autor de un libro que me encontré en la universidad. Tiene el nombre del título de esta entrada. Su forma de escribir es brillante. Ha publicado otros dos libros de relatos cortos: ¿Nos vamos a ir como estamos pasando de bueno? y Tareas no hechas. Cada que he empezado uno de sus libros lo he leído sin pausa hasta terminar. La contradicción, que muestra como algo simple y natural está con una gran frecuencia en su estilo. La ternura con que describe las situaciones cotidianas crudas, el humor, la temática cotidiana de una ciudad como Medellín que abarca los típicos dramas de mafiosos y prepagos, hace parte de una realidad que no se sabe si es la real, pero se le parece. Una temática sin embargo que no se agota ahí, que se expande hacia la fantasía, el cine, el lenguaje, la oficina, el alcohol, la televisión, todo ese mundo cotidiano incierto y liviano del que está hecho la pesadez de nuestra vida. Releo con gusto y frecuencia sus cuentos porque siento que me hablan de mí mientras me llevan afuera.