Hoy me levante con ganas... sï con ganas de ser feliz y es que no se si les ha pasado pero hay días como el de hoy que aunque este nublado, con probabilidad de un 80% de llover, y además tarde para llegar al trabajo, te levantas con el pie derecho, o bueno con el pie que sea... me refiero a que no importa nada más que tu, ¡nada más que yo!, en fin; como les iba diciendo, me planche el cabello aun que sabía que llovería , me maquille , incluso me delinee el ojo aun sabiendo que soy pésima haciéndolo y que tardaría horas, sin importarme que tenía ya el tiempo enzima y que el día anterior había llegado tarde a mi trabajo y que le había dicho a mi jefe que no se repetiría, aun así me tome mi espacio, Salí de casa comiendo una manzana, apresurando el paso puesto que tenía que caminar dos cuadras para tomar un taxi, y justo a 5 metros de llegar comenzó a llover y apareciste tu en esa moto de color negro, que te hacía ver tan atractivo;me quede ahí bajo la lluvia embobada, esperando…esperando que me cayera un rayo para que me notaras, al final solo nos vimos mientras yo abordaba aquel taxi, por supuesto llegué tarde al trabajo, mi cabello horrible y mi jefe molesto. Pero recordé que tenía ganas de ser feliz así que no me importo nada; me tomé un café mientras abordaba aquel escritorio del cual no me levantaría dentro de 8 horas o al menos era lo que pensaba, Salí a comer a la marisquería de la esquina a la cual nunca había entrado por qué me daba pena comer sola en medio de tanta gente; ya estando ahí decidí sentarme justo en medio en una mesa para cuatro,disfrute como nunca antes esa mojarra frita acompañada de agua de naranja y una cerveza negro modelo, cuando regrese a la oficina tenía el doble de trabajo así que termine saliendo alrededor de las 9 de la noche, cansada y con un dolor en los pies por haber llevado esos Peep-toes con un tacón de 10 cm, a pesar de todo eso aunque no lo crean; me quedaban ganas de ser feliz, empecé a caminar hacia mi casa con la esperanza de que un taxi me alcanzara, prendí un cigarro y mientras lo fumaba y caminaba pensé en como mi vida había cambiado de un día para otro, no exagero así fue; una noche estaba en su casa y a la mañana siguiente estaba viajando acompañada de mi hermano a mi nuevo hogar, pensaba en que había hecho mal para haber cambiado el aprendizaje de la universidad, las salidas al café con amigas, las fiestas, los buenos libros y sobre todo los buenos días de aquellas personas que me hacían sentir feliz, por una rutina en una ciudad donde no conocía a nadie, donde todo lo que hacía era ir a trabajar y dormir, no tengo amigos, ya no salgo por helado o por pizza, de hecho ya no salgo a nada más; solo a trabajar, para cuando deje de pensar en todo eso ya estaba en la puerta de mi casa, entré y ahí estabas tú la única persona con la que hablaba, a la cual le confió todo, la que me escucha y no le molesta que le cuente millones de veces las mismas cosas; sé que tú también me cuentas tus cosas porque te sientes mal, lo se porque me he dado cuenta que esperas tanto como yo que llegue la hora de salida de mi trabajo para poder platicar, creo que mi momento más feliz es cuando estamos las dos solas platicando de todo y nada a la vez, o cuando ponemos música a todo volumen para complacer a ese bebe y bailar como dos locas, ese día no fue la excepción de hecho las dos moríamos de ganas por iniciar la conversación así que deje que comenzaras, para cuando terminaste preguntándome ¿a ti como te fue?, me había dado cuenta que mi día había sido bueno a comparación del tuyo, yo dije; ¨bien muy bien¨ sonriendo como si con esa sonrisa de diera e entender que no tenía nada que contar, me metí a bañar y me fui a la cama, mientras trataba de dormir pensé, en cómo pudo haber sido el día de aquel chico atractivo de la moto, de aquel taxista, de mi jefe, o de todas esas personas que se cruzaron con migo mientras caminaba, sonreí y me dormí con la esperanza de que a la mañana siguiente tuviera ganas de ser feliz.
Saben antes no sabía que era ser feliz; tampoco es que ya lo sepa de hecho estoy más confusa, solo que ahora se disfrutar cada momento, desde esa mirada de buenos días que me regala ese bebe que es la primera persona que veo después de despertar, hasta el olor del café que me preparo a diario, de ese cigarrillo que fumo después de salir de trabajar mientras camino a mi casa e incluso de ese baile que hago despues de trabajar aunque este súper cansada, de comerme a besos a ese bebe hermoso que tengo como sobrino, de mensajearme con el que puede ser o no el amor de mi vida o de charlar por horas con esa güera potosina que tengo como cuñada, también sé que lo que más disfruto es cantar y escribir aunque tal vez no sepa hacerlo, no sé que realmente es felicidad solo sé que parte de ella es sentirse bien consigo mismo , por eso me atrevo a decir que día a día soy feliz.
Me he dado cuenta que la mayoría de las personas siempre cuenta primero las cosas malas, de hecho muchas veces no se dan cuenta de lo bueno, por eso quisiera que todos día a día despertáramos con ganas de ser felices.