Ya no escribo.
Ya no dejo traslucir
mis intenciones.
Y pájaros amordazados
picotean en mi garganta.
Me mece el fuego,
no la tibieza ni la calma.
¿Cómo hacerlo alejandra?
¿Cómo transir el páramo
nuestro de cada día...
¿Cómo mantener el círculo
de cenizas
sin que éstas
vuelen tras el viento?
¿Cómo hacer indeleble
una huella en la arena
sin que la devore el agua?
Tal vez incendiando
los rincones
donde se esconde
el tiempo
Para rescatar
Sólo
lo necesario:
los árboles y la noche.
Y permitir que lo demás:
las manecillas de los relojes,
se consuman y extingan,
se derritan y cuelen.
Dejar que el tiempo
se traduzca en ceniza,
en escarcha del fuego.