Muchas veces la máscara que uso
se asemeja a mí.
Hace presentes sonrisas que no han llegado aún,
lágrimas que rebalsan de mi alma,
sonoras carcajadas paridas de la tristeza,
y sobreactúa miradas profundas.
Lo que nunca podrá mostrar son mis miedos.
Pero aunque ría mi risa y llore mis llantos,
aunque tenga orgasmos con mi cuerpo,
jamás dejará ver lo que verdaderamente
llevo dentro.
Y es que hay tanto dentro de mí tan celosamente guardado...

Mientras tanto espero que alguien me sueñe
y me haga realidad.