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Inicio / Cuenteros Locales / carlosivankelso / El Crimen de Cathy Candem, la cantante cover

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En su documento figuraba el nombre de Laura Catalina Domínguez, 27 años, pero todos la conocían como “Cathy Candem” la famosa cantante cover de rock que desplegaba su talento en festivales, recitales y fiestas privadas.
Se había puesto el apellido “Candem” en su seudónimo en homenaje al Candem Town, el famoso barrio de Londres, famoso por sus mercados, y del cual era oriunda la cantora Amy Winehouse.
Por recomendación de una prestigiosa productora que publicaba sus contenidos en Spotify y otros medios de difusión por la web, Cathy Candem había comenzado a actuar con el cuarteto “Los Carlos”, una banda que versionaba temas de rock clásico en castellano y en ritmo de cumbia, incluidas canciones de los Beatles, Queen y los Stones.
Estas versiones combinaban el nombre “Carlos” y la palabra “Queso” en sus versiones, así cantaban “Por favor Carlos”, “Quiero tener tu Queso”, “Anochecer de un Queso agitado”, “Carlos amame”, “Rapsodia del Queso”, “Pequeña cosita llamada Carlos” y todo lo que podamos imaginar con “Carlos” y con “Queso”.
Los cuatro “Carlos” eran cuatro Carlos con pies grandes y olorosos: Carlos “Zorro” Eisler, Carlos “Charlie” Reich, Carlos “Bake Off” Martinic y Carlos “Chino” Luna, todos convertidos en artistas muy populares y queridos por el público.
Cathy Candem y Los Carlos emprendieron una “Gira Mágica y Misteriosa” recorriendo muchas ciudades de las provincias argentinas con un furor de público en cada una de sus presentaciones, sus recitales se difundían por la web y alcanzaban cifras récords.
Ya estaban analizando una gira por toda América del Sur, que tocaría capitales como Santiago, Lima, Bogota y Caracas, pero…
Tras un mega recital en la ciudad de San Juan, en el que Cathy Candem y los cuatro Carlos alcanzaron el cénit de su pináculo artístico, Cathy consumió drogas y alcohol como siempre, nada nuevo bajo el sol, y empezó a tener alucinaciones gritando: “Quiero coger con el Queso”, “Quiero tener sexo con el Queso”, “Tirame tu Queso” y gritando “Deseo ser Quesoneada”.
Cathy se acostó en un sofá y de repente, ante ella, vio un par de pies gigantescos y muy olorosos, que se pusieron sobre su rostro, no lo podía creer, al principio sintió asco y repugnancia por aquel olor a Queso tan intenso y apestoso que despedían esos pies gigantescos, era como que oponía resistencia, pero los pies siempre estaban sobre ella, y empezó a chuparlos, olerlos, lamerlos y besarlos, se fue sintiendo como atrapada en aquel olor a Queso, en aquellos pies olorosos y gigantescos, y empezó a sentir placer, gozo y satisfacción, y siguió jugando con los pies, chuparlos, olerlos, lamerlos y besarlos, una y otra vez.
- ¿Quién sos? – preguntó Cathy mientras se relamía con aquellos pies.
- Soy Carlos – fue la respuesta.
- ¿Carlos “el Zorro” Eisler? ¿Carlos “Charlie” Reich? ¿Carlos “Bake Off” Martinic? ¿Carlos “el Chino” Luna? ¿Cuál de los Carlos?
- Carlos, simplemente Carlos.
Los pies eran tan grandes y Cathy estaba tan en trance, que era imposible descubrir que Carlos era, pero ella siguió gozando aquellos pies.
- Haré una canción con estos pies grandes y olorosos – dijo Cathy.
- No son pies, nena, son Quesos, y decilo bien fuerte, QUESOS.
- QUESOS – dijo bien fuerte Cathy.
- Y ahora decime Caaaaaaaarloooosssssss.
- Caaaaaaaarloooosssssss – dijo Cathy.
- Te voy a tirar un Queso, nena.
Y Carlos, con sus guantes negros, agarró un enorme Queso y se lo tiró encima a Cathy, al recibir aquel Quesazo, la cantante recuperó un poco la conciencia, como si saliera del trance y estado de ebriedad y drogas en que se encontraba, ahí le bajó el calzón a Carlos, y empezó a chuparle la pija, de un modo intenso y salvaje, el le bajó el corpiño y la ropa, le empezó a tocar y a chupar las tetas, la vagina y el culo, la toqueteo toda y ahí Cathy se entregó a recibir una penetración fenomenal, pero suave y elegante, como pidiendo permiso y dándole la mayor satisfacción a la vez.
Tras eso el juego de los pies y el sexo, Carlos desapareció de la vista de Cathy, y esta se quedó cantando sus canciones mientras decía “Queso”, “Carlos”, “Queso”, “Carlos”, una y otra vez.
Minutos después, sonaban bien fuertes las canciones de Kiss, y Cathy vio entrar nuevamente a Carlos, pero tenía el rostro tapado, con un pasamontañas y guantes negros.
- ¿Sos Carlos?
- Caaaaaaaarloooosssssss – fue la respuesta.
- ¿Y ahora que queres, Caaaaaaaarloooosssssss?
- Te voy a asesinar, nena.
Y Carlos sacó un revolver largo con silenciador, y apuntó a la cantante, y disparó una lluvia de balas. El primer balazo impactó en el cuello de la cantante, el segundo en el cráneo, ahí se desplomó y las heridas eran mortales, pero Carlos siguió disparando, hasta totalizar ocho balazos, así terminó de acribillarla.
- Queso – dijo Carlos y tiró el Queso encima del cadáver de Cathy.
Al día siguiente, la Inspectora Leia Organa se hizo presente, y la conmoción por el crimen era total entre los fans de Cathy y la comunidad musical mediática.
Los únicos que habían entrado y salido del lugar eran los cuatro integrantes del cuarteto "Los Carlos", que habían tocado con ella. Ellos eran Carlos “Zorro” Eisler, Carlos “Charlie” Reich, Carlos “Bake Off” Martinic y Carlos “Chino” Luna. Todos eran sospechosos, y todos tenían una coartada.
Leia interrogó a cada uno de ellos, buscando contradicciones o inconsistencias en sus testimonios. Sin embargo, todos coincidían en lo mismo: habían llegado al camerino de Cathy para felicitarla por su actuación, y se habían quedado charlando con ella unos minutos. Luego, habían salido uno por uno, dejándola sola. Ninguno había visto nada extraño ni había escuchado ningún ruido.
- Pero Cathy esta muerta, asesinada, quesoneada – dijo Leia – uno de ustedes es el asesino, además hay pruebas que el asesino tuvo relaciones sexuales con la víctima, y que fue una auténtica orgía.
Leia estaba frustrada. No tenía ninguna prueba ni ningún indicio que le permitiera identificar al asesino. Todos eran culpables o todos eran inocentes.
- ¿Alguno de ustedes tuvo relaciones sexuales con Cathy? – preguntó la Inspectora.
Los cuatro dijeron que sí, lo que era no sorprendente, aunque Martinic (el de Bake Off) parecía medio gay a gusto de Leia. Y los cuatro dijeron que habían tenido sexo aquella misma noche.
- Todos tuvimos sexo con Cathy, pero ninguno es el asesino, somos inocentes, vayan a buscar otro Carlos – dijeron los Carlos – Eso sí, nos gusta el sexo con los pies, por algo tenemos pies grandes y olorosos.
- Vaya, vaya – dijo Leia – esto huele mal. Reconocen haber tenido sexo con la víctima, que cosa curiosa.
Leia se puso pensativa y tras diez minutos de silencio dijo:
- Son todos mentirosos. Solo uno tuvo sexo con Cathy, o sea que tres mienten. Y es curioso, porque el que tuvo sexo con Cathy es el asesino, o sea que el asesino dice la verdad cuando dice que tuvo sexo con la quesoneada, perdón la asesinada, y miente cuando dice que no es el asesino. Vemos, ¿Qué canción les había gustado más del concierto de Cathy?
La respuesta fue sorprendente: tres de ellos dijeron que les había gustado más la versión de "Satisfaction" de los Rolling Stones, pero uno de ellos dijo que le había gustado más la versión de "Imagine" de John Lennon.
Leia sonrió. Había encontrado al asesino. Y no pensó que sería tan fácil.
- ¿Por qué mientes, Carlos Villagrán? -le preguntó Pufrock.
Carlos “Bake Off” Martinic se puso nervioso y tartamudeó.
- ¿De qué habla? No estoy mintiendo.
- Sí lo estás - afirmó Leia - Cathy Candem nunca cantó "Imagine" en su concierto. Esa canción no estaba en su repertorio, porque no forma parte de los Beatles, es John Lennon solista. Vos el único que no sabes lo que pasó en el escenario, porque estabas ocupado con tus recetas de Bake Off y preparando el Queso.
Carlos “Bake Off” Martinic se quedó sin palabras. No pudo negar la evidencia. Había asesinado a Cathy por celos, porque ella lo había rechazado. El inspector le puso las esposas y se lo llevó.
- Soy gay y ella me rechazaba por eso. Comí un Queso especial que me dio potencia sexual, por eso la cogí y le dí sexo y placer. Arrésteme Sargento y póngame cadenas, sí soy un asesino, que me perdone Dios.
- Fue fácil -dijo Leia- La música no miente.
Y colorín colorado, este Queso se ha acabado.

Texto agregado el 21-10-2023, y leído por 60 visitantes. (1 voto)


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