TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / AnaCecilia / La tormenta

[C:620]





Estaba contactada en el chat, con esa clase de persona, que nos agiganta la vida en unos pocos segundos. Era de madrugada, y a pesar que el sueño avanzaba, la conversación, no me dejaba claudicar. Afuera, el cielo partía su cuerpo en un sinfín de crujidos extraños. La tormenta, comenzaba a murmurar, el prólogo de su visita. Mientras, nuestra conversación, no decaía en sensualidad, ni magnetismo. Sentí mis brazos perderse en el infinito de Gustavo, como una madreselva entretejida dentro de su cuerpo. Y, aunque disipé mis instintos, la sensación me hacía brillar, sentada frente a la pantalla. Él, supongo, también flotaba junto a mis palabras, las que se apresuraban, por los ruidos foráneos. Hacía muy poco que nos conocíamos, casi nada; sin embargo nuestra empatía, había ganado la batalla contra el tiempo. Un rayo, estremeció la ciudad de norte a sur, soltándose en otros más, que no dejaban de reiterarse. Tuve miedo, cerré mis ojos para apagar tanto estruendo, mientras le pedía a él, que me tomara de la mano. Gustavo, no tardó en responder: -“ Pone tu palma arriba, sobre la pantalla, ( me dijo), allí estará mi boca esperando, para besarla”. Solté una risa nerviosa, mientras realizaba su pedido. Y, justo cuando mi piel acariciaba el vidrio, la electricidad estalló, detrás de un trueno irreparable. Me quedé extendida en el infinito de su boca, como una adolescente que ha perdido su amor. La oscuridad se desató en la ciudad, como una caverna deglutiendo los instantes. Su sombra tomó cuerpo de hombre, abrazándome en todas direcciones. Recorrió mi cuello, que prendía y apagaba, como un relámpago estallando en la negrura, mientras descendía por mis pechos, electrizando sus caras. Me desabroché la blusa, para extenderme en su semblante de carbón, y terminar temblando, a la par de sus deseos. Después, nos quedamos dormidos profundamente, mientras la tempestad azotaba al mundo circundante. Me desperté sobresaltada, sin darme cuenta, que la luz, ya había retornado. Y, casi sin pensarlo, regresé lentamente a mi computadora. Allí, Gustavo, seguía esperando mi mano, desprovista de sexo, para solo besarla y protegerla, infinitamente.

Ana.

Texto agregado el 06-10-2002, y leído por 1034 visitantes. (7 votos)


Lectores Opinan
24-03-2004 Buen relato. Felicidades. Me pregunto donde quedara ese chat psychotron
31-12-2003 Precioso relato, como todo lo que escribes, Ana. margarita-zamudio
01-11-2003 Un dechado de fantaía e imaginación perfectamente narrado. Aprovecho para darte las gracias por tu comentario a mi poema. margarita-zamudio
26-10-2003 Me recordó alguna de esas noches tediosas de mi tabajo, cuando necesito el calor del cuerpo de mi esposa y ella me lo trasmite con solo una llamada de telefono. Gracias eres genial. FranLend
23-09-2003 Vengo de leerlo en la hoja de comentarios gracias a Aire. Un buen texto, buena historia y la descripción perfecta de ciertas soledades que sentimos los que pasamos una gran parte del tiempo frente a una maquina. La felicito. PD: solo agregaría algunos espacios para el jadeo entre párrafo y párrafo. juanramon
31-08-2003 Qué propicias son las ocasiones en las que algo nos sobrecoge para que la ternura extienda un puente hacia la pasión en complicidad con quien en ese momento nos acompaña Y si esa complicidad es algo más que fruto de un esporádico acontecer, voluntad de compartir lo que pudiera ocurrir en ese instante de salvar la distancia entre quienes quieren encontrarse, es fácil predecir que sonarán los besos. Una tormenta es, por lo anteriormente dicho, pretexto no necesariamente fruto de una calculada necesidad, para acercarse, incluso al más lejano de los seres. La literatura, que también es magia, lo puede todo. Solo habré de decir en contra del texto que estoy comentado que me parece demasiado contenido en lo sensual y sexual. Al final, la cuestión es mostrar el verbo de dos cuerpos que están a la vez y se extraña la ausencia de la carne- algo hay, desde luego- igual que se entiende mal una andanada de truenos sin lluvia que todo lo apacigüe. casual
11-08-2003 Que hermoso es este texto Ana C... hache
10-01-2003 Me facino como casi todo lo tuyo Gustavo gatelgto
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]