Era como cualquier otro día por el cerro, gozando de la hermosura y tranquilidad del paisaje, en eso encontré un arbusto muy peculiar y muy espeso, el cual nunca me había detenido a ver, no sabia porque me llamaba la atención, tenia unos frutos espinosos. No aguante mas y me salí de la vereda y salte hacia abajo, mas fue mi sorpresa cuando lo vi de cerca, estaban llenas sus ramas, de gatos, chicos, flacos, grandes, peludos, una exquisita variedad de gatos. Me acerca mas y trata de acariciar a uno pero no se inmutaban, es mas seguía su camino a otro punto de la arboleda. Se me hizo tarde, entonces emprendí el rumbo a mi hogar, prometiéndome a mi mismo que mañana volvería. Y así fue, todos los días bajaba a ver el recorrido de los gatos en su pequeña ciudad la cual nombre Carmín. Trataba de comprender porque nunca salían del su hábitat, el árbol, entonces se comprendí que era imposible, ya que ese árbol era todo su mundo, la burbuja, la comunidad, la utopía gatuna la cual les acomodaba y alejaba del mundo real. Me preguntaba cuando salían a casar. Para descubrir como se alimentaban pase una noche en el lugar, me tenia obsesionada esta sociedad gatuna que era casi perfecta . si no fuera por las peleas por un mejor lugar para transitar por el árbol.
Pasaron los días y no salían a casar, ni tampoco casaban a pajaritos y una serie de bichos que se posaban en el árbol, ¿qué comían?. Había uno negro, precioso, de ojos azules, casi hablaba, en sus ojos veía sus ganas de huir.
Una noche mientras dormida en mi saco escuche ruidos en la maleza era una mujer pequeña, jorobada, alomas un metro, con un saco, lo mas raro, la comida era de color, verde, pero a los gatos parecía gustarle. En eso se dio vuelta y me miro dicto a los ojos, quede helado, no era el mismo demonio pero su rostro me estremeció hasta los hueso, no me quedo otra que salir corriendo.
Pasaron unas tres semanas, y volví al lugar, de nuevo ese gato negro de ojos azules me miraba, sentía como me desgarraba con su mirada, no la podía resistir, me acerque, tanto que estaba apunto de tomarlo, y el salto, y los gatos se detuvieron.
Después de ese día, mi vida se lleno de alegría, ese gato era mas que un compañero un amigo, mi vida se lleno de felicidad, y la de el también, sin embargo su color empezó a cambiar, ya no quería comer, algo raro pasaba.
El amanecer del otro día fue trágico para mi el ya no estaba, pregunte, vacíe las calles y ratoneras, no estaba.
Luego decidí ir a buscarlo al lugar donde lo encotre y me vi vuelto en una verdadera pesadilla, el lugar era desolador. Los gatos estaban famélicos y ya de la gran comunidad quedaban unos pocos, yacían inmóviles,
incluso el alimento estaba desperdigado por todo el suelo, habían muchas bajas el suelo estaba lleno de ellos,
en eso comprendí que la única solución era mi querido gato negro de ojos azules, ya no era solo por mi la búsqueda, si no que era para salvar la comunidad de los gatos.
Volví a mi hogar, a buscar provisiones, sabia que no podría ir muy lejos, empezaba una nueva travesía, pero no tenia idea alguna de cómo buscarlo, solo sabia que mi intuición me guiaría.