El señor Kafka le contó lo siguiente a Mrs. Harmony:

A las faldas del Cárpatos Oriental moran las mujeres de Covasna. Los amores de la región de Transilvania resultan difíciles para los hombres. Ellas después de amar infinitamente a su pareja la olvidan y la excluyen de su vida. Los hombres, en medio de su exaltado amor hacen, la mayor de las veces, locuras suicidas. Pero ellas, infames como el frío de Borsa se consiguen un nuevo amor. Así con su nueva pareja hacen lo mismo. No importa si después de veinte años ellas dejan de amar o después de cuatro días: ellas enamoran, abandonan y vuelven a enamorar. Ellas siempre ganan, siempre triunfan, siempre son amadas, requeridas, admiradas; para ellas todo es bienaventuranza. Para ellos el dolor de Bucarest, Belgrado y Moldavia juntos.