TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / Daicelot / La niña enferma (o el día de los ojos al revés)

[C:77654]

(La niña enferma - 1885/6 - Evdard Munch)
Por ahi leí que este cuadro lo pinto un tiempo antes de que se le declarara su enfermedad mental. Quizás por eso dice tantas cosas. Quien sabe, quizás no dice nada y no es más que un cuadro ultravalorado por nada, asi como Neruda. A mí me gusta. A mí me deprime (no neftalí, edvard). ¿A ton etoile? Tres acordes de fondo para decir con presteza, un solo de cello, solo, si, bastante dejado a la buena del viento ahi. Que más... que más nada, que más todo y un ente disperso, excluyente. A ton etoile. Allí va caminando, el día se desviste con precisas nubes grisáceas. Brisa. Allí va caminando, si lo miras de cerca ves que tiene la mirada bastante extraña, entornada por decirlo con palabras certeras. Se detiene unos segundos más de lo necesario para ver lo invisible que se transparenta por el vidrio de la micro. ¿Negro? ¿porque tanto? Eso... dos pasos después de uno, dos, uno... el pelo que se distorsiona, una especie de nostalgia contenida y agradable, belleza triste, belleza depresiva. A ton etoile. Ningún afán entretejido. Belleza. Y el viento agitando. Depresiva. Y el viento agitando, dos veces, tres veces, y el viento agitando... que afán, que afán... y pensar que tanta gente que camina ahi afuera, unos leen diarios, otros leen libros, otros no leen nada, otros se sientan. Y es como un nudo, marinero, un nudo... nudo marinero, eso... como un nudo. Y no podría ser otro color, no puede, no podrá ayer ni antes de ayer, ¿por qué esa extraña sensación de que todo esta planificado y uno es simplemente marioneta? Y esa niña enferma. Y esa música enferma. Y esa letra enferma. Y un choque. Una 9 le dio el sacudón de su vida a la camioneta afuera del terminal de trenes, y uno con curiosidad sincera busca sangre y ve puros hombres de verde con sombreros con visera (porque uno va viajando de regreso a su casa simplemente, mirando por una ventana y pensando en Munch y en música francesa). Y todos lo miran (al choque), y más allá unos hombres que trabajan en erradicar todo rastro de la casa que molestaba para hacer el mega supermercado.... ¿a ton etoile? ¿viento? Esa chaqueta negra, esa ropa negra, esa mirada blanca, contraste evidente (para nadie). Y todo tan sin importancia... y tanto puto punto suspensivo... y tanto viento suspendido, vida suspendida, muerte suspendida, mirada, objeto, ensoñación, realidad inexistente, ficción suspendida. Y a ratos un reflejo ránico desde la vereda (ránico viene de rana), y un señor saltimbanqui rodeado de estepas claudicadas, como llorosas, extasiadas, propias, sugestivas... y serruchos con vida propia y cánticos y uno que otro vislumbrar y tanta calle y tan largo el viaje, es que el tiempo... es que nada... es que... es... y el músico que se derrite por el instrumento asesino, y tanta sinceridad que se te desarman las ideas. ¿A quien? La terrase. La niña enferma. El piano que promueve. El piano solo, pianito, piano chico, el mismo de siempre.... un subir y un bajar, el mismo subir y el mismo bajar, le té, le café, el mismo equilibrio contrastante propio. Detalle. Tanto tiempo sin decir detalle. Tanto tiempo sin decir nada. Tanto. Y se arman los deseos. Tiempo. En mundos que no se hallan, que no, no, ¿donde hallar? A quien le importa. Ya llegamos, bájate. Un salto corto hacia la calle con la micro todavía moviéndose, ahora dos cuadras más, ese. Y no se avanza nada pese a caminar las dos cuadras. Se queda el aire pegado, atascado, impenetrable, tan hermosamente impenetrable. Y los ojos que andan dicharacheros y coloquian con ese momento trastocado, pincelado, fomentado, y tanto que se dicen entre si, los ojos y el momento, el momento y el ojo. La vereda que atrapa a dos cuadras de la casa, fue un día anormal, el viaje duró demasiado, se dice.... la nube se desarma ante el coqueteo del viento. Eso. Es cierto eso. Es. Mira cuanto magnetismo, como si no fuera un gomento sino otra cosa más nueva aun... y ya no diré más.

Texto agregado el 05-01-2005, y leído por 895 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
10-01-2005 Wow...me encanta como describes todos los pensamientos que puede tener una persona asi como si nada en un corto periodo de tiempo que la mente alarga... "y tanto puto punto suspensivo..." Adieu. NemesisAmante
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]