He logrado ser yo, es decir a luchar por algo que quieres, que debes alcanzarlo y son las metas en la vida las que nos involucran y desafían a vencer durante interminables momentos de dolor, angustia y una necesidad extrema de sentir al otro ser, igual a ti, cerca, muy cerca.

He escuchado a muchos mayores decir que la vida es una mierda, pero esa mierda que ellos no pudieron vencer es la que otros cargamos en sus karmas para neutralizarlas a través de nuestras modestas acciones.

He aprendido a acariciar su rostro y a contemplarla mientras ella observa hacia el olvido tratando de ser inerte, pero es su energía la que me atrae hacia ese lado que creí haber dejado en el asfalto.

He viajado a través del limbo y es allí donde no quise permanecer, ahora puedo ver más allá de mi alma y es por acá donde se plasma la inteligencia que acumulé al leer a varios autores tratando de encontrarme.

He tratado de ser normal, de tener un solo objetivo y para otro lado es donde encontré lo que había dejado durante la adolescencia y en esta la adolescencia donde algo por ahí se esconde, por eso no me detengo.

He crecido pensando que las ideas reiterativas van por un mismo lugar cuando es el destino que nos marca sin dejar rastros en los vacíos de calles, esquinas y todo tipo de circunstancia donde te amoldas a algo cuando crees y sientes la seguridad de ser parte de ello.

He vencido al miedo cada vez que iba caminando en el frío amanecer de sueños convertidos en pesadillas, con mucho valor y perseverancia espero tener otra vez su olor escrito en otro idioma que hemos negado para comunicarnos dibujando sonrisas en diversas noches donde ambos nos sometimos a estar sentados y dejarnos llevar por el momento.

He gastado mucha energía en varias visitas al interior de mi ser, pero hoy puedo recuperarlas cuando sienta un abrazo, cuando toquen la puerta y me ubique en el corazón de los centauros que vienen a llevarme para no volver.

He estudiado al último oráculo pudiendo descubrir que aún hay magia con mucha ilusión de sonreír como niños al vernos y susurrar que nuestra vida ahora es una sola vida, es así simple.

He acumulado esa simpleza que nunca acepté y es ahora la realidad que observo y con mucha seguridad siento, esperando que no sea tarde cuando me vaya para luego aceptar que otra vez seré Abraham sin Abraham.