No deja de darme vueltas en la cabeza la idea de irme, quiero irme lejos, quiero vivir esa vida que tanto soñé... Es de noche, recién llego a mi casa. Mi familia me espera. Ya están listos, todos están listos. Falto yo. Corro a mi habitación, tomo una valija y coloco lo primero que encuentro en mi camino. La idea de preparar el equipaje no me entusiasma tanto, no es eso lo que más me entusiasma, mas bien me parece una perdida de tiempo: ¡Sí! En este caso es una pérdida de tiempo! No importa, no me importa nada mas que... al fin lo voy a lograr. Una vez que llegue, lo primero que voy a hacer va a ser correr hacia esas playas, si, no perdería ni un minuto sin verlas, después me ocuparía del hospedaje, de conocer la ciudad, lo que sea!
Ya estábamos todos encaminados hacia aquel paraíso: México!

Hay algo... hay algo que no esta bien... ya estoy acá, estoy en México, recién llegada. Mi familia está entusiasmada pero yo... hay algo que no entiendo. ¿Qué pasa? No entiendo! Pero si era el paraíso... Yo lo soñé, era el paraíso! ¿Qué es esto? ¿Y las playas tan hermosas? ¿Y el sol? Dónde está el sol?!

Es todo tan oscuro... esas bayas que limitan todo... la arena no es arena: ¡es cemento! No puedo pasar, mi familia ya no está conmigo... Quiero nadar, no me importa, el paraíso debe estar por algún lugar... ¿Qué pasa? ¡No puedo continuar!
El mar... el mar esta limitado por un inmenso muro gris, lleno de musgo y no puedo continuar... trato de escapar, de regresar...