¿Por qué?, ¿por qué entraste en mi vida?
Como una gran estrella fugaz en la noche apareciste, iluminando el cielo con un brillo cegador pero dejando a su paso una oscuridad de ausencia. Mis gritos de mudo parecen sólo llegar a gente sorda y eso me produce una gran impotencia. Tal vez por no poderte tener cerca, no poder recurrir a tu hombro, que jamás he usado pero aunque no lo creas lo he necesitado, aunque haya callado.

No se si dejar de correr para encontrarte o correr aun más para intentar alcanzarte. Pero cualquiera de las cosas parecen tan difíciles y lejanas.
Por más que te busco no apareces, no contestas a mis llamadas ni respondes a mis cartas. Pero quiero creer que algo te llega, aunque solo sea un susurro de mi voz. Espero poder encontrarte y seguiré luchando, aunque caiga en el intento.

No desistiré a menos que tú me lo pidas y como caballero que creo ser desapareceré intentando borrar toda huella que haya dejado.