De pronto me dí cuenta aquel día que ya debía abandonar el líquido universo en el que me encontraba flotando. Suponía que extrañaría tanta comodidad, tanto calor... tanto cariño. Al egresar de mi mágico escondite comencé a enteder que cada uno de nosotros, astronautas del vientre maternal, debemos transformarnos en los pequeños engranajes de un motor que día a día se vuelve más poderoso y despiadado. Fue así que no quise ser parte de tal proyecto y decidí suicidarme, abandonar la misión que me encomendaron los dueños de mi especie. Así es que finalmente renací en otra nueva forma, aquella que no encaja en los perfectos encastres del mundo hostil, la misma que las bestias estimuladas por el dinero y el poder intentan devorar con sus colmillos filosos, exitándose con cada presa. Ahora me encuentro flotando en mi mundo, aquel que junto a una mágica hada logramos crear con un "big bang de bolsillo"... lugar donde podemos observar tanta oscura inmensidad, la cual nos podrá lastimar una y mil veces, pero jamás envolvernos en el eterno sueño de conformarse... de ser un simple habitante más de "La tierra del conformismo"...