Quizas empezar como dice la canción... "Soy feliz, soy un hombre feliz y quiero que me perdonen por este dia los muertos de mi felicidad" incluidos aquellos muertos que observan muy aburrida y atormentadamente mis letras, escritas con un poquito de salsa y ensalsadas con un poquito de tristeza que entristecidamente se apaga con el soplo del poco aliento que me queda. Aliento que anima nuevas almas en mi ser, es decir en otro ser, mejor dicho en el ser que espera que amanesca para levantar aliento a los seres viejos y cansados de disfrutar la melancolia asi como disfrutan los niños de los caramelillos.

Aunque extraña biografia de un nostalgico prisionero de sus pasiones y de sus silencios, libre es de sus verdades y sueños.